La tradición de los huevos, muy arraigada en Estados Unidos, el
centro de Europa e Inglaterra, empezó debido a que los cristianos
católicos que seguían la abstinencia de la Cuaresma, no podían comer, entre otras cosas, huevos ni productos lácteos.
Los seguidores de esta tradición guardaban los huevos, y para
mantenerlos frescos los bañaban con una fina capa de cera líquida. Una
vez terminada la Cuaresma, se reunían delante de la iglesia de su
ciudad, y los regalaban. Con el tiempo, la iglesia católica fue
cambiando las tradiciones, y hoy solamente recomienda la abstinencia de
carne los viernes de la Semana Santa.
Sin embargo, la tradición de regalar huevos el domingo de Pascua siguió y de hecho continúa en muchos países del mundo. La única diferencia es que antes se pintaban y decoraban huevos de gallina y de pavo para regalar en pequeñas cestas.
En cambio, hoy aunque se siguen regalando huevos de gallina en muchos países, desde principios del siglo XIX se regalan también los huevos de chocolate, los preferidos por los niños, claro.
Y el conejo, ¿qué pinta en toda esta historia? Pues el conejo ya ha
sido una fantasía inventada por los padres para dar una pizca de ilusión
al domingo de Pascua. Los niños creen que es el conejo es que trae los
huevos. Los padres esconden los huevos de chocolate por el jardín o la casa y los niños van a buscarlos el domingo de Pascua. El conejo es un personaje para la Pascua, como papá Noel lo es para la Navidad.
Nosotros este año también hemos tenido nuestros huevos de Pascua, gracias a la colaboración de una madre (Larissa), que se encargó de organizar los talleres.
Nosotros este año también hemos tenido nuestros huevos de Pascua, gracias a la colaboración de una madre (Larissa), que se encargó de organizar los talleres.
Hola a tod@s soy Lorena hoy he visto las fotos. Porque no me ha dado mucho tiempo porque como estoy con mi familia en Barcelona.... Recuerdos a tod@s y a ti señor. Adeu
ResponderEliminarHola Lorena, que alegría saber de ti, disfruta mucho, un besote.
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